Particularidades del Buddhismo coreano y su rol en la unificación de la península

Por: Lic. Maya Alvisa Barroso

El presente trabajo es parte de una investigación sobre el desarrollo del Budismo en Corea, tanto de su entrada desde China, como de su adaptación a las condiciones culturales propias de la península. En el caso del budismo, podemos apreciar como diferentes maestros coreanos fueron releyendo las claves de las corrientes llegadas desde China y en menor medida de la India, con las características propias de esta cultura para conformar una ‘versión’ o interpretación particular que dio origen al surgimiento del conocido budismo Son, propio y exclusivo de Corea.

De esta manera veremos que la cultura de la península coreana quedó constituida desde muy temprano y forma parte importante de su identidad, elemento que puede y debe ser muy tenido en cuenta en el actual esfuerzo por lograr la reunificación de Corea, que ha sido una Nación Unificada desde el año 668 d.C. con homogeneidad étnica, lingüística y cultural.

La sociedad coreana se ha modernizado rápidamente a partir del surgimiento de la República de Corea, (RC) en el Sur, y de la República Democrática Popular de Corea, (RDPC) en el Norte.

En el caso del Sur, se ha hablado mucho del ‘milagro del río Han’ por el gran crecimiento económico logrado en esta República que ha generado un proceso de occidentalización importante.

Es el país del Este asiático con mayor población cristiana y muchos hábitos culturales occidentales entraron junto a la nueva industria y los nuevos modos de organización tanto económicos como políticos. En el caso del Norte, también podemos hablar de crecimiento, pero en otro sentido.

Al haberse adherido al sistema socialista, siguieron el modelo soviético de desarrollo que resultó ser menos eficiente que el del Sur, lo que sumado a diferentes decisiones políticas, como seguir su ideología particular Juche 1, quedaron alejados en gran medida de la comunidad internacional. Aunque es difícil tener una información completa de su desarrollo, es claro que también se occidentalizaron, en este caso bajo una ideología marxista leninista.

En la RC el movimiento budista ha sufrido diferentes presiones en el transcurso de la modernización nacional así como tensiones dentro de la misma orden con críticas por el modo de administración de los templos o a la dirigencia por no adaptarse al rápido cambio de la sociedad moderna. Diferentes voces plantean que aunque la verdad es inmutable, el lenguaje y el modo de trasmisión deben adaptarse a los tiempos a través de la historia y sostienen que esta adaptación debe ser cuidadosa para que no se sacrifique la verdadera esencia en pos de retener adeptos.

No obstante las contradicciones mencionadas, actualmente en la RC se puede percibir que con el crecimiento de la abundancia material ha surgido un vacío existencial, muchos coreanos sienten que la cultura occidental tiene limitaciones para responder a diferentes cuestiones, como las razones mismas de la existencia humana, y comienzan a buscar en sus propias raíces. Se percibe un intento de dar respuestas ‘nuevas’ o actuales a través de la propia tradición, que es incluso requerida por muchos occidentales que se acercan a templos coreanos buscando entrar en contacto con el buddhismo Son.

La religión más numerosa en Corea del Sur, que hunde sus raíces en la historia de este pueblo y su cultura, de modo que muchos coreanos, ya sean cristianos o "ateos", tienen un punto de vista buddhista sobre muchos aspectos de la vida, aunque no se identifiquen conscientemente con esta corriente.

En el caso de la RPDC, la situación fue diferente. El Estado comunista es ateo por definición, y aunque no se prohibieron las religiones se las restringió muchísimo. El Estado se ha dado a la tarea de proteger la cultura tradicional y la libertad religiosa es un derecho constitucional, pero numerosos visitantes extranjeros han considerado que muchos de los templos que se mantienen abiertos son realmente más para el turismo que para el desarrollo de la vida monástica en ellos.

Cerca del 70% de la población se reconoce agnóstica, aunque como en el Sur, quedan rasgos de creencias budistas, confucianas, chondokistas y cristianas.

Según el planteo oficial los budistas en el norte tienen la libertad de estar en contacto con las ordenes budistas del resto del mundo y, por supuesto, de Corea del Sur. La Federación Budista Coreana es miembro del Comité Budista Asiático por la Paz desde 1976, de la Federación Mundial de Budismo desde 1986 y de la Conferencia Budista Asiática desde 1990, promoviendo relaciones de amistad con los budistas asiáticos.

El desarrollo de relaciones entre budistas del Norte y del Sur ha sido una realidad en los últimos años, promoviéndose encuentros entre los dirigentes de sus órdenes para realizar actividades conjuntas. El primer encuentro entre los líderes religiosos de ambas Coreas se realizó en 1997 en Pekín, buscando promover el diálogo y la cooperación en temas humanitarios. Posteriormente, en 2003 más de cien líderes norcoreanos visitaron Seúl y en 2007 se dio otro encuentro, en Pyongyang, para celebrar los diez años de relaciones entre la “Conferencia Coreana por la Religión y la Paz” (que trabaja en Corea del Sur) y el "Consejo de los Religiosos Coreanos" (de Corea del Norte), organizaciones éstas que unen a representantes de diversas comunidades religiosas 2.

Recientemente, en mayo de 2009, en Pyongyang, en el Templo Kwangbop del Monte Taesong, se celebró una misa conjunta de los budistas del Norte y el Sur para solicitar de forma urgente la devolución de las riquezas culturales saqueadas por el imperialismo japonés.

No obstante, el hecho de tener un sustrato cultural homogéneo y único podría constituir un elemento esencial y explotarse mejor a la hora de apelar a lo más profundo de la sociedad coreana en el trabajo por la reunificación. Es conocido por todos el estancamiento en que se encuentra el dialogo intercoreano a pesar de todos los esfuerzos políticos realizados hasta el momento y, sumado a esto, la agudización del conflicto nuclear ha alejado las esperanzas de entendimiento y de comunicación entre ambas partes. Ambos países continúan además bajo la presión de los intereses de potencias externas 3, que han trabajado conscientemente en los últimos años para entorpecer el diálogo y alejar la posibilidad de reunificación.

Partiendo de este criterio, sostenemos que trabajar desde lo social, fortaleciendo el concepto de unidad cultural, podría generar una actitud mas comprometida de la población en ambos lados del paralelo 38. Apelar a la unidad cultural, insistir en la necesidad de recuperar los espacios, tanto de diálogo y aprendizaje, como espacios físicos reales (monasterios y lugares históricos que le pertenecen al pueblo coreano y son su legado cultural, considerado un capital intangible de identidad), podría ser un resorte apropiado para lograr que el pueblo coreano termine forzando a sus líderes a soslayar las dificultades políticas e ideológicas que hoy subsisten entre el Norte y el Sur a fin de lograr la tan largamente esperada reunificación de la península, es decir, de la Nación Coreana.

1. Como plantea Cumings: “significa autosuficiencia e independencia en política, economía, defensa e ideología; surgió por primera vez en 1955, con la desalineación de P’yongyanng respecto de Moscú, para formularse de una manera acabada a mediado de los ’60”, en: Cumings, Bruce, El lugar de Corea en el sol. Una historia moderna, 1° edición en Español, Comunicarte , Córdoba, Argentina, 2004, p. 460
2. Ver en (http://budismo-kagyu.blogspot.com/2007/05/asiacorea-del-sur-encuentro-entre-los.html), Agencia Fides, 22/5/2007.
3. Los EEUU y el Japón, fundamentalmente.

Bibliografía

  • Buswell, R.E. (Tr. y ed.), The Korean Approach to Zen: The Collected Works of Chinul, Honolulu: University of Hawaii Press, 1983.
  • Collinson, Diané, Kathryn Plant y Robert Wilkinson, Fifty Eastern Thinkers, Routledge, Londres, 2000.
  • Conze, Edward, El budismo, su esencia y desarrollo, Tr.: Flora Botton-Burlá, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1978.
  • Cumings, Bruce, El lugar de Corea en el sol. Una historia moderna, 1° edición en Español, Comunicarte, Córdoba, Argentina, 2004.
  • Ikeda, Daisaku, El Budismo Chino, Tr.: Paula Tizzano De Hornos, Emecé editores, Buenos Aires, 1993.
  • Shim, Jae-Ryong, El buddhismo coreano: tradición y transformación, 1999, edición española: Verbum, Madrid, Tr.: Kim Sue-hee, 2005.